Volcanes, Montañas y Selva

La parte norte de Costa Rica está dominada por cadenas montañosas volcánicas, en las cumbres de las cuales varios volcanes activos son fácilmente accesibles. A algunos de estos volcanes es posible llegar en vehículo casi hasta la orilla del cráter. En otros casos, es necesario caminar a veces poco, a veces bastante, antes de llegar a la cima.

Algunos volcanes como el Barva, el Orosi o el Tenorio son gigantes dormidos, cubiertos de bosque y sus cráteres se han convertido en espectaculares lagunas. Paisajes lunares y desérticos coronan los volcanes más activos entre los cuales se cuentan el Irazú, Poas, Turrialba y Rincón de la Vieja. Estos volcanes en actividad dejan escapar una terrible presión proveniente de las entrañas de la tierra. Esta puede salir en forma de géiseres que brotan de los profundos lagos de los cráteres, como emisiones de gas, fumarolas de vapor, pailas de lodo burbujeante, aguas termales o, como en el caso del Arenal, como erupciones de rocas humeantes y lava.

La impalpable sensación de bruma que flota alrededor de los árboles como una quietud refrescante, apacigua el espíritu y envuelve el bosque de un aura misteriosa.

En el bosque nuboso, la naturaleza se excede, cubriendo todo el espacio con una vegetación exuberante. Musgos, líquenes, helechos, bromélias y orquídeas adornan los árboles como suntuosas  guirnaldas, ofreciendo una extraordinaria impresión de abundancia. A veces, en medio de este universo vegetal, el helecho gigante se yergue, como un símbolo en este bosque inmutable desde tiempos prehistóricos.

El habitante más célebre de este paraíso tropical es sin duda el resplandeciente Quetzal.  Si tiene la suerte de encontrarlo, comprenderá entonces por qué inspiró tanta veneración entre las civilizaciones Azteca y Maya.

 

Volcanes


Volcán Orosi

Volcán Barva

Volcán Miravalles

 

 

 

 

 Montañas

 

 

 

 

 

Selva